Mis primeros días en Sydney

Mis primeros días en Sydney
Bueno, pues ya estoy en Sydney. Mis compañeros de casa, en un principio, son Catia y Egidio, de Brasil e Italia respectivamente. Son simpáticos, pero llego muerto del viaje, y tengo ganas de dormir. Egidio me dice que al día siguiente ha quedado con sus amigos, y que si quiero, me vaya al centro con él, por que es fiesta, y no tiene clase, lo que no sabía aún es qué fiesta era…
Resulta que esa fiesta era el Australian Day, algo así como el día de la independencia para los americanos, pero aquí celebran el “cumpleaños” de Australia, y se hace una fiesta por todo lo alto. Llegamos al centro, y Egidio me presenta a sus amigos, casi todos brasileños. Dicen que habían comprado algo para beber. Cual es mi sorpresa cuando lo que beben es ¡vino blanco y vino tinto, a palo seco, sin hielo ni nada, y que con el calor que hacía, encima estaba caliente! Su padre va a beber eso.

Su padre no, pero ellos se lo bebieron, y me decían cuando dije que no quería “Ya te acostumbrarás”. Los cojones. Prefiero no beber nada que beber algo calentorro. Total, entre conciertos, espectáculos, exposiciones y demás, llegamos a la noche, y vamos a Darling Harbour para ver los fuegos artificiales. Guau. Vaya pasada. Todo desde el mar, con barcos y veleros navegando haciendo círculos y demás…vamos, un espectáculo. 
Para acabar la noche, nos fuimos a casa de uno de los brasileños, y allí estuvimos hablando y demás (hablando yo, por que la gente estaba con la música bailando y demás). Conocí a un chileno que se llamaba Rodrigo que era muy simpático, y estuve todo el rato hablando con él. A las 12 nos recogimos, y para casa, no sin antes esperar durante una hora el autobús, pues perdimos el último tren.

El resto de días de la semana transcurrieron con normalidad. Visitas al centro, y poco a poco ir conociendo la zona por donde “haré vida”, es decir, la zona de la escuela, que está en todo el centro de Sydney. Busco el abono transporte, me abro la cuenta bancaria, me compro un móvil, etc. A los pocos días, viene María, de Barcelona, a vivir en mi casa. Y a los pocos días, Catia se muda de casa, y viene en su lugar una chica que se llama Luciana, o algo así, que es medio japonesa, medio brasileña, con la cual, no me entero nunca de nada.
El sábado, salimos Catia, María y yo juntos por el centro, pues Egidio se marchó de excursión con la escuela todo el fin de semana. Tenían razón las guías. Las australianas visten como golfas, pero es que por lo visto, es lo normal aquí. Después de tomarnos 3 cervezas en un pub que estaba medio muerto, nos vamos a casita, que ya “es tarde”. Un poco sosos mis primeros días, pero muy ajetreados, pues he tenido que hacer unas 1000 cosas. Pero bueno, ya voy a empezar la escuela, a ver si así conozco gente nueva y demás…

"Son cosas de la vida, son cosas de tu historia, cosas del día a día y penas pero también glorias. Días en los que vuelas días que te caes en fosas. En el jardín plantado hay plantado hay mala hierba y también rosas" - Porta